HISTORIA EXTERIOR DEL IMPERIO
LOS BÁRBAROS: Augusto había rodeado el imperio Romano con
una cintura de tropas y una línea de campamentos permanentes o
campos militares que debían contener las irrupciones y ataques
de los bárbaros.
Creyó que era preciso tenerlos distantes, para que el resto del mundo pudiese gozar de paz y de prosperidad. Empero, esa prosperidad era un incentivo para aquellos pueblos bárbaros que, ávidos de pillaje, atacaban sin cesar las fronteras romanas. De aquí las continuadas guerras que duraron hasta el fin del imperio y que fueron guerras de defensa y no de conquista.
Ya hemos visto que el Rin, el Danubio, el Éufrates y los desiertos formaban las fronteras. Todas no estaban igualmente amenazadas: en el Sahara sólo vivían algunas tribus de merodeadores; el mar protegía a España y a las costas de Galia; los enemigos más temibles eran por consiguiente: en el Rin, los germanos en el alto Danubio, los cuadros (Moravia) y los marcomanos (Bohemia) en el bajo Danubio, los dacios y, en Éufrates, los partos.
GUERRAS EN EL RIN: Augusto,
que hizo suyos los planes de César, pensaba que sólo se acabarla
con los germanos sometiéndolos.
Su general Druso pasó el Rin y conquistó todo el país hasta el
Elba. Pero murió por accidente, y su sucesor Varo se dejó
sorprender en el bosque de Teutbetg (el Teutoburguer
Wald) por el germano Arminio, y fue deshecho con tres
legiones. Se dice que Augusto, loco de dolor, no cesaba de
gemir: « ¡Varo, devuélveme mis legiones! »
El desastre de Varo no pudo ser vengado sino en el reinado de Tiberio, por Germánico, que destrozó la confederación de los queruscos y asoló el país de los bátavos. Los trastornos consiguientes a la muerte de Nerón permitieron a los germanos, que hasta entonces habían estado tranquilos, alzar el estandarte de la rebelión. El bátavo Civilis, con el concurso de la profetisa Véleda, trató de fundar en el Rin un reino galo que fue destruido casi inmediatamente. Domiciano fue a su vez batido a orillas de ese río (81-96).
Trajano, desde que ocupó el trono, se dio a pacificar el
país; sus armas se pasearon victoriosas por todas partes: mas,
para proteger el punto débil de a frontera, en la región del Rin
y del Danubio superiores, hizo construir una inmensa
fortificación parecida a la muralla de China, que iba desde
Maguncia hasta Ratisbona. Se componía ésta de un reducto con
parapeto de tierra y estacadas en el fondo del foso; detrás, una
muralla de piedra con bastiones, y luego una carretera militar
orillada de una serie de campos atrincherados, a 9 kilómetros de
distancia unos de otros; nueva muralla y nuevo foso completaban
la fortificación. Un atrincheramiento del mismo género fue
construido por Adriano al norte de Inglaterra, para contener las
invasiones de los bárbaros de Escocia.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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