TRASTORNOS CIVILES:
CONSECUENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS DE LAS CONQUISTAS: Las
conquistas habían transformado a Roma las condiciones de la vida
privada y de la vida pública. La aristocracia, patricios y
caballeros, se habían enriquecido desmesuradamente con los
despojos del mundo, y el pueblo estaba en la pobreza.
Ya no hubo en Roma sino ricos y pobres, y la extrema opulencia y la miseria son contrarias a las virtudes cívicas. La clase media compuesta de pequeños propietarios campesinos, en la que tanto brillaron aquellas virtudes, habla desaparecido poco a poco. Las guerras que tomaban cada año un ciudadano de cada ocho, hicieron perecer gran número de ellos, y esas misma guerras tenían a los otros lejos dé sus tierras; éstos, cuando volvían, tenían que empeñar sus bienes para subvenir a las necesidades de sus familias. Además, a la agricultura la habían arruinado el trabajo del esclavo y la importación a precio ínfimo de los trigos suministrados por las provincias. De aquí el que los desgraciados campesinos, abrumados de deudas, tuvieran que vender a vil precio sus propiedades a sus acreedores nobles, y que emigrar de su región.
Esos arruinados campesinos iban a Roma a aumentar el número siempre creciente de ciudadanos sin recursos, pues los libertos, que contaban en ese número, tenían el derecho de ciudadanía al llegar a la tercera generación. Esa plebe no conservaba ninguna de las tradiciones de la antigua Roma, y le importaban muy poco la grandeza de la patria y el cuidado de su dignidad. Escipión les decía en pleno Foro: << ¡Calláos, falsos hijos de Italia, antiguos esclavos que he traído a Roma; no me atemorizaréis por más que vuestros brazos no estén ya cargados de cadenas! >> Esa multitud sólo tenía apetitos; estaba dispuesta a servir a todos los ambiciosos que quisieran darle de qué vivir.
Tal peligro no escapaba a la vista de los hombres de estado,
y éstos buscaban la manera de aplicar un remedio: unos, como los
Gracos, quisieron rehacer una clase media que pudiera encontrar
la dignidad perdida gracias a la independencia; otros, los
aristócratas, no queriendo abandonar ninguno de los privilegios
que tenían, creyeron que podían comprimir por la fuerza los
apetitos de la plebe. Todo ello originó una serie de luchas
entre la plebe, que dirigían los ambiciosos, y la aristocracia,
que defendía el senado.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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