LOS COMICIOS: (parte I) Todos los magistrados eran elegidos y todas las leyes eran votadas por las asambleas del pueblo o comicios. Existían tres especies de asambleas: la asamblea curiata, la asamblea centuriata y la asamblea de las tribus.
La asamblea curiata era la de los patricios, cuando los plebeyos no tenían ningún derecho político. Estaba fundada en la antigua división religiosa en curias y se mantuvo después para examinar los asuntos religiosos. Los nobles solamente podían tomar parte en ellas.
La asamblea de las tribus, tribus de la ciudad y tribus del campo, era la de los plebeyos, convocada y presidida por los tribunos. Sus decisiones o plebiscitos, tenían fuerza de ley. Ahora, bien, cuando los plebeyos pobres hubieron inmigrado todos a Roma, no quedaron en las tribus del campo sino ciudadanos ricos, y corno las tribus del campo eran más numerosas que las de la ciudad, y como por otra parte, se contaban los votos por tribus y no por cabezas de electores, resultó que la mayoría pasó a los propietarios es decir al elemento rico de la ciudad. Por consiguiente, el voto de las tribus cesó de ser la expresión de las reclamaciones de los pobres.
Los verdaderos comicios del pueblo eran las asambleas centuniatas, es decir, las de las centurias que componían el ejército. Bajo los reyes votaban la paz o la guerra; bajo la república, elegían a los grandes magistrados, tales como los cónsules, y votaban las leyes.
Estos comicios, que conservaron largo tiempo su carácter militar, se celebraban en el Campo de Marte, fuera de la ciudad, porque la entrada en Roma estaba prohibida a las tropas arruadas. Los cónsules que las convocaban tomaban los auspicios como para una batalla. La convocación se hacía a son de clarín; una bandera roja, como para la guerra, se enarbolaba era el Capitolio, y se daba orden a los cónsules de que acudieran al ejército. Después de un sacrificio y una oración, el cónsul exponía el objeto de la asamblea, daba los nombres de los personajes que podían ser elegidos, y se votaba.
El voto se daba por centurias, y la
votación debía terminarse antes de ponerse el sol, a no ser que
la interrumpiera un trueno o alguien que cayera con un ataque de
epilepsia, que en ambos casos la asamblea se suspendía para ser
convocada en otra fecha.
(sigue parte II)
|
|
![]() |
LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
|
![]() |
||
![]() |