EL LUJO: A raíz de las conquistas se introdujeron en Roma nuevas costumbres. Desde entonces, los deberes de familia y los deberes públicos se cumplieron, cuando se cumplían, con indiferencia.
La causa fue que muchas familias pertenecientes a la clase media habían desaparecido en las guerras y que las otras se habían enriquecido breve y desmesuradamente explotando el mundo conquistado. Con la riqueza vinieron los gustos del lujo, importados de oriente y de Grecia.
Los ricos ostentaron sus caudales en los vestidos, en los muebles, en los edificios que construían y en las recepciones que daban. Tuvieron innumerables esclavos, literas para ser conducidos por las calles, casas de recreo y obras de arte.
La filosofía y la literatura de los griegos tuvieron eh Roma admiradores e imitadores, lo cual fue un bien, pero ese fue placer del que sólo gustó la flor de la sociedad.
La masa, incluso los ricos, estaba ávida de placeres materiales, y el lujo romano tuvo siempre carácter de grosera prodigalidad: era lujo de advenedizos. Sin embargo, no es de creerse que fuera general; los escritores que lo infamaban habían de él como lo hacen en nuestros días los que critican el fasto de los grandes hacendistas.
Unos y otros generalizan, y atribuyen a todos lo que sólo es
verdad en algunos. Cierto es que las antiguas costumbres
desaparecieron con los antiguos romanos, y que Roma no fue, al
fin de la República, sino una metrópoli en la que cierto número
de millonarios alimentaba y divertía a un pueblo de mendigos.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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