ANÍBAL: Aníbal iba a
mostrarse, a la cabeza de este ejército, el adversario más
terrible que Roma había tenido hasta entonces. Anidaba en su
corazón el odio eterno que había jurado a los romanos y la
ambición de regenerar a Cartago.
Estas pasiones se unían con un genio militar admirable. Los mismos romanos lo juzgaban como un hombre extraordinario, y el historiador Tito Livio decía de él: << Era el jefe en quien los soldados tenían más confianza. Era muy audaz en el ataque, y muy prudente en el peligro. No había trabajo que le fatigara el cuerpo ni el alma; sabia soportar igualmente el frío y el calor, era temperante y daba al cuerpo solamente el tiempo de descanso que le dejaban libre los asuntos>>.
Por otra parte, no tenía necesidad de una cama blanda para descansar; viósele muchas veces envuelto en un manto de soldado acostado en tierra entre las centinelas de los puestos avanzados. Sus vestidos no le distinguían de sus compañeros, y sólo sus armas y caballos lo diferenciaban de aquéllos.
Era con mucho el primero de sus infantes y el primero de sus
caballeros. Era el primero en marchar al combate y el último en
retirarse. >> Este soldado infatigable estaba al mismo tiempo
dotado de maravillosa inteligencia. Obtuvo el éxito porque antes
de ejecutar sabía prever y preparar.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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