HISTORIA DE ROMA

HISTORIA DE ROMA PASO A PASO - IDEAL PARA INICIARSE EN LA APASIONANTE HISTORIA ANTIGUA

PRIMERA GUERRA PÚNICA: Era de suponer que pueblos tan diferentes no debían ser rivales. En efecto, Roma era una potencia continental y europea, mientras que Cartago era una potencia marítima y africana. Roma no tenía flota, Cartago no tenía ejército.

 Lógicamente debían limitarse a ser buenas amigas, cosa que sucedió al principio, puesto que existieron entre ambas ciudades relaciones amistosas, celebraron un tratado de comercio, y Roma hasta recibió socorros de Cartago contra Pirro. Pero cuando Roma poseyó la Magna Grecia, vio cerca de ella, cual buena presa, la rica y fértil Sicilia, y quiso apoderarse de la región; pero los cartagineses, que poseían numerosas factorías, se opusieron a ello.

Pirro había previsto el conflicto, cuando al partir de Sicilia dijo: ¡Qué magnífico campo de batalla dejamos a los cartagineses y a los romanos!

El motivo de la guerra fue una querella entre Siracusa y los mamertinos de Mesina cuyas pretensiones prohijaba Roma, mientras que Cartago socorría a Siracusa. Los romanos procedieron entonces a expulsar a los cartagineses de Sicilia; pero hacia falta una nota para cortarles el mar. Un modelo cartaginés sirvió a los romanos para construir en dos meses ciento cincuenta galeras, que tripularon con dotaciones ejercitadas de antemano en tierra, que proveyeron de garfios llamados cuervos y de puentes levadizos para facilitas los abordajes.

Con esa flota, el cónsul Duilio batió la púnica a vista de Miles (260).Embriagados por sus victorias, los romanos enviaron a África un ejército que sitió a Cartago; pero los romanos hubieron de retirar parte de sus tropas, y Xantipo, jefe espartano al servicio de Cartago, aprovechando esta circunstancia batió al cónsul Régulo que quedó prisionero y fue ajusticiado (255).

    La guerra continuó en Sicilia donde Amílcar Barca sostenía la campaña gracias a los socorros que recibía por mar. La victoria naval de las islas Egates forzó a los cartagineses a rendirse (245).

Los dos rivales estaban debilitados por la guerra. Cartago, temiendo la ruina de su comercio, pidió la paz, entregó Sicilia que llegó a set una provincia romana, y se comprometió a pagar 3,200 talentos —veinte millones — en veinte años (241).