HISTORIA DE ROMA
HISTORIA DE ROMA PASO A PASO - IDEAL PARA INICIARSE EN LA APASIONANTE HISTORIA ANTIGUA
LA RELIGIÓN ROMANA
Si se pudiera juzgar el espíritu religioso de un pueblo por el
número de sus dioses, podríamos decir de los romanos lo que
Herodoto decía de los egipcios: « que eran los más religiosos
de los hombres. » El Panteón romano acabó por dar asilo a
más de 30,000 dioses, divinidades o genios, tanto que Petronio,
romano escéptico, dijo un día << Nuestro país está tan
poblado de divinidades, que es mucho más fácil encontrar en él a
un dios que a un hombre. >>
Los primeros romanos, pueblo de labradores, eran como todos los campesinos, inclinados a invocar muchos dioses para proteger las cosechas, amenazadas por numerosas plagas. De una manera general, adoraban, como los griegos, el fuego sagrado, los antepasados difuntos, y las fuerzas de la naturaleza. Entre ellos hubo pues un culto doméstico y un culto de los dioses.
LA RELIGIÓN: El culto de los difuntos o sea la religión de familia, era más importante en Roma que en cualquiera otra parte. Cada casa tenía su culto y su hogar sagrado cuyo sacerdote era el jefe de familia. Se adoraban las almas de los antepasados : en primera línea el dios Lar, alma del primer ascendiente, y en segundo término, las almas de los otros parientes muertos, que llamaban manes; éstos eran dioses beneficentes cuando se les honraba con sacrificios regulares; de otra manera, llegaban a ser maléficos y se les nombraba larvas. En las noches del mes de mayo se arrojaban habas negras a la calle para apaciguar las larvas errantes.
En cada casa había un altar doméstico, delante del cual ardía
constantemente una lámpara. Alrededor de ese altar estaban
colocados los penates, estatuitas que representaban genios
protectores de la familia. Antes de cada comida, el padre vertía
sobre el altar algunas gotas de vino y algunas partículas de
alimentos. Esta ofrenda se llamaba libación y primicia. Además,
en cada solemnidad de la familia; cuales eran el nacimiento, el
matrimonio o la mayor edad de los varones, se hacia una fiesta
en honor de los lares.
El estado, que era una familia en grande, tenla también sus
lares Rómulo y Renio; y su hogar sagrado: el altar de Vesta;
pero el culto lo celebraban sacerdotes oficiales.
