EL CRISTIANISMO, RELIGIÓN DEL ESTADO.
LOS SUCESORES DE CONSTANTINO: El imperio organizado por
Constantino era un estado muy centralizado. Gracias a una
administración sabiamente organizada, el gobierno central, que
residía en Constantinopla, dirigía los negocios del mundo
entero.
Pero Constantino no juzgó que un solo hombre pudiera dirigir
aquella potente máquina.
Antes de morir, dividió el imperio entre sus tres hijos, y las guerras civiles volvieron a empezar. Tres hechos notables señalan aquellos perturbados tiempos: una tentativa de restauración del paganismo, la instalación de ciertos bárbaros en el imperio, y el triunfo definitivo del cristianismo, que llegó a ser la religión del estado.
JULIANO: La tentativa de restauración del paganismo fue obra del emperador Juliano, sobrino de Constantino, que fue cristiano de cuna. Había vivido largo tiempo en Atenas en donde estudiaba las bellas letras y la filosofía griega. Cuando las guerras civiles le llevaron al imperio, se apresuró a abjurar el cristianismo, a adoptar el culto de Mitra, a abrir de nuevo los templos abandonados y a restaurar todas las ceremonias del antiguo culto. Los cristianos le dieron el sobrenombre de Apóstata.
Sin embargo, no los persiguió, antes bien declaró « He resuelto usar de dulzura y humanidad para con todos los galileos; » pero en vista de la hostilidad de éstos y con el propósito de disminuir su influencia, les prohibió enseñar las letras profanas diciéndoles: « Contentaos con creer y cesad de querer conocer. »
Su intento no llegó a realizarse,
porque murió bien pronto en una expedición contra los persas
(360-363). — Al principio de su reinado, residió en Lutecia —
Paris — la cual hermoso durante su permanencia allí, por el
cariño que le tenía. De su tiempo quedan las termas, que están
hoy comprendidas en el Museo de Cluny.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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