HISTORIA DE ROMA

HISTORIA DE ROMA PASO A PASO - IDEAL PARA INICIARSE EN LA APASIONANTE HISTORIA ANTIGUA

DECADENCIA DEL EJÉRCITO. LAS INVASIONES: Por causa de esas guerras civiles, la frontera quedó desguarnecida o guardada por malas tropas; los jinetes eran en su mayor parte auxiliares bárbaros, y casi la mitad del ejército pertenecía a este arma; en la infantería figuraba la hez de la población.

Los infantes ya no eran los hombres avezados de otro tiempo, y precisaba que los siguieran interminables filas de carros para llevar los víveres, los bagajes y aun las armas. Los bárbaros aprovecharon esa desorganización para invadir el imperio.

Los alamannos, pueblo germano de la región del alto Danubio, pasaron a Suiza y de allí a Italia, donde penetraron hasta Milán, asolando cuanto encontraron en el trayecto (259).

Los francos, que habitaban en el curso inferior del Rin, transpusieron el río, saquearon a Galia y hasta invadieron a España. Los godos, acantonados en las orillas del Vístula, pasaron el Danubio y asolaron a Tracia, donde hicieron100,000 prisioneros; Roma hubo de comprar su retirada a precio de oro (251). Transcurrido algún tiempo, volvieron por mar y saquearon todas las costas del Archipiélago y de Grecia.

En Galia se constituyó un imperio independiente que pudo durar nueve años. En el Éufrates, los partos fueron sometidos por los persas, que en la pobreza habían recobrado aquel ardor belicoso del tiempo de Ciro. Sopor, uno de sus reyes, que se decía descendiente de Darío, empezó contra los romanos la guerra iniciadora de las que debían durar muchos siglos. Pasó a Siria, tomó a Antioquía e hizo prisionero al emperador Valeriano que quiso cerrarle el paso.

El vencedor llevaba a aquel infortunado en su comitiva y se servía de él como escabel para montar a caballo. El imperio fue salvado por el príncipe árabe Septimio Odenato, gobernador de Palmira, a quien el emperador Galiano concedió el título de augusto.

Todas esas invasiones, y, sobre todo, la manera de tratar con los bárbaros, demostraban bien a las claras la debilidad de Roma durante aquel período.