EL TEATRO: En los teatros, el
mayor de los cuales era el de Pompeyo, se representaban
comedias, tragedias, farsas y pantomimas.
Las comedias eran las obras dramáticas que Plauto y Terencio
traducían o imitaban del griego, y que tanto gustaron a los
romanos hasta el siglo IV.
Las tragedias eran menos apreciadas por aquel pueblo, poco refinado; a la postre eran funciones en que el asunto importaba menos que el aparato escénico: lo propio sucede con las óperas modernas y las comedias de magia. Pero los espectadores preferían las farsas y las pantomimas.
Las farsas o atelanas, así llamadas porque, según Diomedes, ese género dramático se creó en Atela, ciudad de Campania, eran piezas en un acto, muy jocosas, parecidas al entremés o al sainete.
La pantomima era una pieza dramática en que el actor, mimo o
pantomimo, en vez de hablar, explicaba lo que sentía por medio
de gestos. La perfección a que llegaron, en este género, los
actores griegos, parece que no la han alcanzado nuestros
contemporáneos. El teatro romano era, pues, un espectáculo que
recreaba la vista más bien que el espíritu.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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