HISTORIA DE ROMA

HISTORIA DE ROMA PASO A PASO - IDEAL PARA INICIARSE EN LA APASIONANTE HISTORIA ANTIGUA

PRIMEROS TIEMPOS DE ROMA
LAS TRADICIONES PRIMITIVAS: La historia de los orígenes de Roma es muy incierta. La conocemos sobre todo por los relatos del historiador latino Tito Livio, que vivió en el siglo de Augusto, y que por orgullo nacional hermoseó o deformó los acontecimientos.
Sin embargo, todo no es quizás leyenda en estos relatos, y el reciente descubrimiento de una sepultura de Rómulo en el Foro romano parece confirmar esta opinión. He aquí el resumen de estas tradiciones, en las que debemos distinguir dos períodos: 1.º el de los reyes; 2.º el de la República.

LOS REYES: Rómulo fue el fundador y el primer rey de Roma. Era hijo de Marte y descendiente de Venus por su madre Rea Silvia, hija de Númitor, rey de Alba.

En efecto, el troyano Eneas, hijo de Venus, refugiado en Italia después de la toma de Troya, había fundado ahí la ciudad de Alba. Además, los dioses favorecían aquella tierra, porque ya Saturno, expulsado del cielo por Júpiter, había ido a desmontar a Lacio, y Hércules habla matado en el Aventino al salteador Caco.

Amulio, rey de Alba, habla arrebatado la corona a su hermano Númitor, y para que el destronado no tuviera descendientes obligó a la hija de éste, Rea Silvia, a consagrarse al culto de Vesta. A pesar de esa precaución, Silvia tuvo con Marte dos hijos, Rómulo y Remo, que el rey Amulio, para vengarse, hizo colocar en una cesta y arrojar al Tiber, como en época más antigua y en Otro río se había hecho con Moisés. El Tiben a la sazón estaba muy crecido, la cesta fue a parar en las inmediaciones del Palatino, donde quedó cuando las aguas se retiraron. Los dos nidos, amamantados milagrosamente por una loba, fueron descubiertos mucho después por un pastor, que los recogió y, en secreto, los crió. Rómulo y Remo, ya grandes y famosos por la pujanza, pudieron reconocer a Númitor su abuelo, al que restablecieron en el trono después de haber hecho perecer a Amulio el usurpador.

Rómulo, jefe ya célebre, se estableció en el Palatino y fundó a Roma. Para poblar la ciudad, dio asilo a todos los aventureros de las inmediaciones. Esta inmigración fue tan numerosa que apenas tenían mujeres y los pueblos vecinos se negaban a unirlas a ellos. Imaginaron entonces invitar a los sabinos a grandes diversiones que habría en su honor, pero en realidad, con objeto de raptar las jóvenes sabinas durante el espectáculo, lo cual dio origen a la guerra que permitió a los sabinos penetrar hasta el corazón de Roma. Pero las nuevas mujeres romanas interponiéndose entre sus padres y sus maridos, hicieron cesar el combate. Los adversarios formaron en breve un solo pueblo cuyo rey fue Rómulo, quien organizó el reino e instituyó el senado. Algún tiempo después, un día de revista, desapareció en medio de una tempestad. Se pretendió que habla subido al cielo y se le adoró con el nombre de Quirino.