NERÓN: Agripina había esperado
reinar en nombre de su hijo, que tenía diez y siete años;
asistía a las sesiones del senado, oculta detrás de una cortina,
y gobernaba por mediación del filósofo Séneca y del general
Burro, que eran los preceptores de su hijo.
Incitado Nerón por el liberto Narciso, se cansó bien pronto de aquella tutela. Inquieta Agripina, le opuso a Británico, hijo de Claudio; pero Nerón lo hizo envenenar en un festín. Cuatro años después tocó la vez a Agripina a quien trató de ahogar durante un paseo por mar y que pudo salvarse a nado. Entonces Nerón pretendió que estaba implicada en una conspiración contra el y la hizo degollar. Toda la nobleza mostró << maravillosa emulación de bajeza >> y Séneca mismo hizo el elogio de aquel crimen (59).
Nada contuvo ya las pasiones de aquel príncipe envidioso, vanidoso e hipócrita. Repudió a su mujer Octavia, la condenó a muerte y se entregó a todo género de desarreglos con sus libertos. Creía ser un gran artista y le gustaba presentarse en público para que lo aplaudiera una cuadrilla de aduladores bien adiestrados. Se le vio conducir o guiar carros en las carreras, declamar versos en el teatro, pulsar la lira y dar una vuelta por Grecia de donde trajo 1,800 coronas, conducta que los romanos consideraban infame y digna solamente de un esclavo. Un día, Roma fue presa de las llamas, y corrió la voz de que el incendiario era ese emperador que, para divertirse, ordenó la primera persecución contra los cristianos.
Trece años de semejante, régimen provocaron la sublevación de los soldados de las fronteras, y Roma, donde varias conspiraciones habían sido ahogadas en sangre, siguió el ejemplo. Nerón huyó a una casa de campo y allí se dio muerte no sin declamar « ¡Conmigo muere un gran artista! » (68).
LOS SUCESORES DE NERÓN: Las legiones sublevadas se batieron unas con otras para nombrar un emperador, porque el príncipe elegido recompensaba con largueza a los soldados.
Los primeros que consiguieron su objeto, fueron los soldados
de España, que eligieron por jefe a Galba, que a la sazón tenía
setenta y tres anos. No quiso dar dinero a los pretorianos de
Roma y de aquí que le opusieran a Otón, amigo de Nerón. Galba
fue asesinado por los pretorianos. Entretanto, las legiones de
Galia acudían con su general Vitelio. Otón fue vencido en
Bedriaco y se mató. Vitelio no gozó mucho tiempo de aquella
victoria, que le permitió, sin embargo, llegar a ser célebre por
su golosina. El ejército de oriente, muy superior a los Otros
porque lo formaban soldados veteranos que habían combatido
contra los partos, llegó a su vez para imponer por jefe a
Vespasiano. Este ejército triunfó en Cremona (69), y la paz
reinó en Roma con la nueva dinastía de los Flavios.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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