EL REY El rey no era sino un jefe cuya autoridad estaba reconocida por los otros jefes, sus iguales. No se distinguía de éstos ni siquiera por sus vestidos, pero llevaba un bastón de mando o cetro, insignia de su dignidad. Era el jefe en la guerra, presidía las ceremonias religiosas y administraba justicia al aire libre. Pertenecía siempre a una familia que pretendía descender de los dioses, lo cual le daba más prestigio.
El rey habitaba en un palacio; pero no debe atribuirse a esta palabra ninguna significación de lujo y magnificencia, pues el palacio era solamente una casa más grande que las otras. Dicha casa se componía de dos partes el tálamo o piezas privadas de la familia, construida en piedra y el megarón, gran sala pública hecha de madera, en la que se reunían los hombres para las comidas. El edificio se completaba con vastos patios y dependencias para las provisiones y para los servidores.
El rey y los jefes celebraban en el mugarán grandes festines; se asaban animales enteros, tales como bueyes, carneros, cerdos o cabras, delante del hogar que ocupaba el centro de la estancia. Dicho megarón era en realidad una especie de granja con un suelo de tierra apisonada sin enlosar ni entablar y sin chimenea, llena de armas y basuras de toda especie.
LA GUERRA: La guerra, tal como la describe la Iliada, se hacía de una manera completamente bárbara. Cada tribu combatía separadamente bajo el mando del rey y de los jefes. Los guerreros de a pie llevaban casco y escudo, con sus armas nacionales: el arco, la honda, el venablo o la maza. Los jefes tenían una armadura completa y combatían en carro, con lanza y espada. En las batallas, mientras que los guerreros se colocaban en línea, los jefes avanzaban en sus carros, entre los dos ejércitos, para provocar a los héroes enemigos con injurias y empeñar los combates singulares que cantaron los poetas.
Era frecuente que los ejércitos combatientes se dieran tregua para presenciar estos cuerpo a cuerpo. El arte de sitiar una plaza no existía en aquella época; así, los griegos, delante de Troya, no construyeron torres ni hicieron trincheras. Se acostumbraba entonces formar un campo militar y abrigarse tras los barcos que sacaban a tierra y alineaban como se alinean las casas de una calle. Para tomar una ciudad, el único recurso de que se valían era dar asalto.
El uniforme militar griego no se modificó mucho en el decurso de los tiempos. El guerrero micénico tenía barba larga y estaba cubierto caía un casco, probablemente de cuero, con crines de caballo que flotaban por detrás, y dos cuernos con la punta hacia delante. Tenía una coraza puesta encima de la túnica cuyo parte inferior, guarnecida de franja, se asemeja a la falda; en el brazo izquierdo, un escudo recortado en la parte inferior; en la mano derecha una lanza; en las piernas, polainas; estaba calzado con sandalias sujetas con correas entrelazadas hasta media pierna. Los dos soldados tienen además la espalda pendiente a la espalda.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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