FILIPO II
Filipo fue educado en Tebas según el método griego; aprendió,
por consiguiente, el arte de la elocuencia y el arte militar,
con todas las innovaciones que habían introducido los tebanos.
Aprendió sobre todo a conocer los hombres y las cosas de Grecia, y así llegó a convencerse de que ya no existía verdadera fuerza en aquellas pequeñas ciudades que se hacían la guerra con soldados mercenarios y recursos extranjeros. A la sazón muchos ciudadanos estaban ya cansados de esas guerras estériles, y el amor al lujo había ahogado la antigua tendencia a sacrificarse por la ciudad. Todos anhelaban una paz durable y estaban dispuestos a acatar el señorío del que se la impusiera, con tal que el dominador supiera halagarles la vanidad.
Filipo se resolvió a ser ese hombre. En él se aunaban la
energía del bárbaro y es carácter metódico del griego. Ya que
disponía de todas las fuerzas de un país nuevo y que sabía a
donde quena ir, persiguió con tanta paciencia como tesón un plan
que parece haber sido: 1.º civilizar a Macedonia y hacer de
ella un estado griego, llevando sus limites naturales hasta el
mar; 2.º asegurar la supremacía de ésta en todas las poblaciones
de los Balcanes; 3.º aprovechar las enemistades de los griegos
para imponerles su señorío, pacificarlos, y, sirviéndose del
odio que tenían a los persas, conseguir la unión de todos y
prepararlos para una expedición a Asia. Para lograr su
propósito, Filipo supo emplear la fuerza, la astucia y el
dinero.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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