ESPAÑA. — LA RECONQUISTA
La Historia de España en este mismo período comprende dos series de hechos. Por una parte en la península se constituyeron varios reinos cristianos, y por otra, entre musulmanes y cristianos hubo guerras encarnizadas y casi continuas; guerras cuyo resultado fue la reconquista de España por los cristianos.
A fines del siglo XIII, esa reconquista se había casi terminado. En España existían entonces cuatro reinos cristianos: Navarra, Castilla, Aragón y Portugal, y un solo estado musulmán, llamado Reino de Granada, que siguió subsistiendo dos siglos después.
FORMACIÓN DE LOS REINOS CRISTIANOS: Cuando, en 711, los árabes destruyeron el reino visigodo, toda España quedó bajo su dominación, excepto las montañas de Asturias, al norte, que fueron el reducto de la independencia nacional. Allí subsistió un pequeño reino cristiano, cuyo primer rey fue Pelayo, uno de los supervivientes del desastre de Guadalete, Allí fue donde se inició la reconquista, y Pelayo, victorioso de los árabes en Covadonga (718), fue el primer héroe de aquella larga guerra por la independencia y por la supremacía de la fe cristiana.
Poco a poco, y a fuerza de incesantes guerras, el reino de
Asturias se ensanchó por la cuenca del Duero, y, en el siglo X,
vino
a ser el Reino de León. Los reyes de León
conquistaron a su vez la región de Burgos, que comenzó siendo
una como Marca fronteriza, y después formé un reino
independiente, llamado Castilla, porque estaba poblado de
lugares fuertes o castillos. (imagen Alfonso VII)
Sin embargo, en tiempos de Carlomagno, los francos habían conquistada toda la región que se extiende entre los Pirineos y el Ebro. Cuando el imperio se desmembró, de la Marca del Ebro nacieron dos nuevos estados cristianos por la parte del golfo de Gascuña, el Reino de Navarra, cuya capital fue Pamplona, y por la parte del Mediterráneo, el Condado de Barcelona, o Cataluña.
Un poco más tarde se formaron dos reinos más: al norte, y también en la región del Ebro, el Reino de Aragón, que se ensanchó a expensas de los emires de Zaragoza, y al oeste, en la costa del Atlántico, el Reino de Portugal, fundado por un señor francés, oriundo de Borgoña.
Entre estos reinos, dos llegaron a ser muy importantes, ya porque sus monarcas desplegaron mucha habilidad, ya porque ello fue resultancia de acertados matrimonios, ya principalmente porque sostuvieron con perseverancia incontrastable la lucha contra los infieles y que de esa lucha sacaron los reinos provechos harto apreciables: uno el de Castilla, absorbió el Reino de León, y otro, el de Aragón, se acrecentó con el Condado de Barcelona.
A partir del siglo XII, Alfonso VII, rey de
Castilla, llegó a ser un príncipe tan poderoso, que fue
proclamado emperador (1135): al norte de los Pirineos, el conde
de Tolosa le reconocía como soberano, y el rey de Francia, Luis VII, que solicitaba su alianza y fue a Toledo a visitarle,
afirmaba << no haber Visto jamás una corte tan brillante, que
sin duda no existía otra igual era el universo. >>
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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