CAUSAS DE LAS VICTORIAS DE LOS TURCOS: Los turcos pudieron conquistar la península de los Balcanes porque no atacaron a un estado organizado y a un pueblo homogéneo, sino a estados y a pueblos de diversa índole cuales eran los griegos, los búlgaros y los serbios, estos últimos divididos en varios pequeños estados.
Esos pueblos y estados no supieron concertarse ni para resistir ni para atacar al enemigo común; los recelos entre ellos, los disociaba y así ocurrió que emperadores griegos contribuyeran a que los turcos entraran en Europa, por el hecho de haberles pedido auxilio, repetidas veces, en sus contiendas con los serbios y los búlgaros.
Pero la principal causa de la victoria de los turcos fue la superioridad de los ejércitos permanentes que Orckhán organizó en una época en que Europa, como en aquella Francia de Felipe VI, solo tenía una caballería indisciplinada por todo ejército.
EL EJÉRCITO TURCO. ESPAHÍS Y JENÍZAROS: Ese ejército comprendía soldados de caballería, espahís ligeramente armados con un sable corvo muy afilado, Llamado cimitarra, y una larga lanza; estos soldados no tenían ningún arma defensiva. La rapidez de sus movimientos bastaba para ponerla fuera del alcance de las cargas de la pesada caballería europea, en aquel entonces metida en sus armaduras de hierro.
Empero, la infantería era el elemento principal del ejército otomano.A estas tropas las llamaban yeni (nueva) cheri (milicia), expresión de la cual ha salido el vocablo jenízaro que empleamos para designarlas. Para reclutar esa infantería, los turcos robaban los niños cristianos. Los sacerdotes musulmanes, encargados de educarlos, hacían de ellos verdaderos fanáticos.
Esa forma de reclutamiento tenía doble ventaja: debilitaba las poblaciones cristianas y daba al soberano hombres que, debiéndoselo todo, no conocían a nadie más que a él, a quien estaban consagrados en cuerpo y alma.
Los jenízaros, agrupados por compañías de cien hombres, estaban sometidos a una disciplina rigurosa. Eran a modo de soldados monjes que no interrumpían sus ejercicios militares sino para recitar las oraciones u oír los sermones de sus capellanes. Eran soldados de por vida, y les estaba prohibido casarse; por consiguiente, como ignoraban quienes eran sus padres, la única familia que tenían se reducía a sus compañeros y las pasiones que los conducían eran el oficio y el fanatismo religioso. No existía ninguna tropa en Europa que pudiera compararse con aquella que bien pronto contó cuarenta mil hombres.
A esas excelentes trapas añadió Orckhán una buena artillería.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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