BATALLA DE CRECY: Eduardo III invadió a Francia en 1346.
Asoló a Normandía y llegó hasta las inmediaciones de Paris
obligado a retirarse ante las fuerzas superiores de Felipe VI,
alcanzó en Crecy (26 de agosto de 1346) una brillante victoria.
La batalla de Crecy permite que nos demos cuenta de la
diferencia de carácter de los dos ejércitos y la causa de ¡a
superioridad de los ingleses.
Eduardo III solo tenía treinta mil hombres, pero escogió una buena posición dé combate sobre una colina dé muy suaves laderas, situada al norte de Crecy. Dividió su ejército en tres cuerpos que dispuso en escalones en las laderas.
El primer cuerpo lo mandaba su hijo, el príncipe de Gales, y él, poniéndose a la cabeza del tercero, que formaba la reserva general, fue a situarse en el teso de la colina, al pie de un molino. El ejército inglés acampó en este orden durante todo el día del viernes 25 de agosto.
El sábado 26 por la mañana, Felipe partió de Abbeville en busca del ejército inglés, poniendo delante de su ejército toda la infantería de genoveses, que constaba de quince mil hombres. El resto del ejército, compuesto de treinta y cinco a cuarenta mil caballos, avanzaba sin ningún orden, embarazando los caminos y desbordándose por los campos.
Cuatro caballeros enviados como exploradores descubrieron el ejército inglés situado en buen orden de batalla e inmóvil en sus posiciones, y volvieron a toda prisa para prevenir a Felipe. Era preciso, ir inmediatamente al ejército a fin, de reunir todos los cuerpos y permitirles algún tiempo de descanso; se atacaría al día después de haber reconocido las posiciones del enemigo.
Felipe, encontrando que aquella opinión
ero la más prudente, ordenó en seguida hacer alto. Las cabezas
de las columnas obedecieron, pero la caballería, que estaba a
retaguardia no quiso detenerse, declarando que quería estar tan
cerca del enemigo como los primeros. Éstos a su vez, por no
querer dejarse pasar por la retaguardia, reanudaron la marcha,
cuando, violentamente la caballería francesa, en extraordinario
desorden, se encontró cara a cara con el enemigo, que se hallaba
al otro lado de un Vallejo, los hombres sentados, puestos los
cascos en tierra, aguardando reposadamente en orden de batalla «
los arqueros delante de todos, formando barrera » y detrás de
ellos los hombres de armas, pie a tierra, dispuestos para
reforzar la infantería de los archeros.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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