LOS CRUZADOS EN SIRIA. ANTIOQUIA: Después de haber atravesado la costa de inauditas fatigas la cadena del Tauro, tan alta como los Pirineos, los cruzados cayeron sobre la costa de Siria. Empero, les interceptó el camino la ciudad de Antioquia, plaza fuerte situada en la falda de una montaña y defendida por una muralla flanqueada de cuatrocientas torres, ciudad que Sitiaron durante ocho meses. Los cruzados estaban a punto de perecer, cogidos entre la plaza y el ejército turco, cuando el normando Bohemundo, gracias a un traidor, pudo penetrar en una de las torres de la fortificación.
Los cruzados pudieron, por consiguiente, guarecerse en la plaza, que los turcos sitiaron en seguida y que el hambre, asimismo; asedió de manera espantosa. El hambre fue tal, que después de haber sacrificado todos los animales, los cruzados hubieron de comerse las pellejas, después La hierba, y cuando ya no hubo otro recurso, los cadáveres que los turcos dejaban en cada escaramuza. El desaliento se había apoderado de los jefes y los deprimía tanto, que muchos de ellos pensaron en abandonar aquella expedición; pero no de los soldados y de los peregrinos, en quienes la fe en la victoria y la voluntad de entrar en Jerusalén permanecieron ardientes e inquebrantables.
El hallazgo en una iglesia de una lanza que se dijo era la que sirvió para herir a Cristo en el costado, exaltó los ánimos en grado extraordinario, y movió a los sitiados a hacer una salida tan impetuosa que los turcos fueron derrotados. Así pudieron los cruzados continuar la marcha interrumpida.
LA TOMA DE JERUSALÉN:
Tres años después de haber partido, el jode julio de 1099, os
cruzados estuvieron en fin a vista ‘de Jerusalén; hubo entre
ellos quien murió de alegría. El ejército cristiano había
disminuido extraordinariamente, pues ya no se componía de más de
40,000 hombres, desfallecidos y macilentos. Los cruzados habían
dejado por los caminos de Asia, de Nicea a Jerusalén, 600,000
cadáveres. Los dos sitios de Antioquia solamente, les habían
costado 200,000 hombres.
Los preparativos del sitio comenzaron. Jerusalén estaba bien
fortificada, tenía numerosa guarnición, y los musulmanes habían
destruido todos los pozos de las inmediaciones de la ciudad.
Como una vez más los cruzados corrían el riesgo de morir de sed,
intentaron una heroica locura. El viernes, 15 de julio de 1099,
a las tres de la tarde, día y hora de la muerte de Cristo,
dieron el asalto. Habían construido una torre de madera que
lograron empujar por medio de rodillos hasta acercarla a las
murallas. Tendieron un puente volante entre la torre y una
cortina de muralla, que les permitió ocupar una parte de ésta;
se apoderaron en seguida de una puerta y penetraron de tropel en
la plaza, donde hicieron una carnicería espantosa. << En el
pórtico de Salomón y en el Templo, escribió Godofredo de Bullón
al papa, los nuestros cabalgaban sobre la inmunda sangre de los
sarracenos, en la que los caballos metían sus patas hasta los
corvejones.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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